La Basílica de Santa Croce fue construida a finales del siglo XIII en estilo gótico florentino. La iglesia es conocida como el ‘Panteón de Florencia‘ porque entre sus muros reposan muchas personalidades ilustres italianas.
La construcción de la iglesia comenzó en 1295 en una localización cerca del río Arno donde los frailes franciscanos habían construido un pequeño oratorio. La iglesia es, con el Duomo y el templo de Santa Maria Novella, una de las tres construcciones religiosas de Florencia que se levantaron en estilo florentino. Una variante local del gótico.
Según el historiador Vasari, la iglesia fue diseñada por Arnolfo di Cambio, escultor y arquitecto florentino que también elaboró los planos de la catedral y el antiguo palacio. La iglesia fue consagrada en 1443 por el Papa Eugenio IV.
En 1512 el campanario fue destruido por un rayo y sólo fue reemplazado en 1847 por una nueva torre neogótica, creación de Gaetano Baccani. La fachada de mármol, de Nicola Matas, se añadió incluso más tarde, entre 1853 y 1863. Los fondos para su construcción fueron proporcionados por Francis Joseph Sloane, un acaudalado ciudadano británico.
Iglesia y claustros
La Santa Croce tiene una amplia nave que sostienen arcos apuntados góticos. Cualquiera que acceda a la capilla mayor se sentirá atraído por los frescos de Agnolo Gaddi. Las pinturas representan la historia de la Vera Cruz. La luz que entra por las vidrieras próximas crean un efecto sorprendente. Las ventanas son obra también de Gaddi que hizo un trabajo completo dotando a sus pinturas del brillo de la luz y efectos de colores.
En el lado derecho del templo están las capillas Bardi y Peruzzi. Ambas fueron pintadas por Giotto. La Capilla Bardi entre 1315 y 1320 y la de Peruzzi entre 1320 y 1325. Los frescos de las paredes de la de Bardi representan escenas de la vida de San Francisco. Las de la de Peruzzi, escenas de las vidas de San Juan Bautista y de San Juan Apóstol. Los frescos fueron ocultados en el siglo XVIII para evitar que los fieles de la iglesia se distrajeran. Al final, fueron restaurados en 1959.
Otra pieza destacada está en el crucero, se trata de un crucifijo realizado por Donatello. De él, decía Brunelleschi que, en la representación, Jesús parecía un bufón, por lo que quiso demostrarle al mundo que podía hacerlo mejor. El crucificado que se puede ver en Santa María Novella fue su respuesta. A pesar de ello, la imagen de Donatello es muy expresiva y realista.
Sin embargo, todo hay que decirlo, el crucifijo de la Basílica de Santa Croce pintado por Cimabué es aún más famoso. La gran pintura, realizada en 1265 sobre una superficie de madera que mide 4,48 por 3,9 metros, es una de las primeras representaciones realistas de la crucifixión. Desafortunadamente estuvo casi completamente sumergido en el agua durante la inundación del río Arno en 1966. Fue irreparablemente dañado y, a pesar de las restauraciones, todavía está en un estado lamentable.
El crucifijo cuelga en el refectorio, al que se puede acceder desde el claustro principal. En el lado este, el claustro permite acceder a la Casa del Capítulo, más conocida como Capilla Pazzi. Lleva el nombre de su patrocinador, Andrea de Pazzi. La capilla fue diseñada en 1429 por Brunelleschi, pero la construcción comenzó en 1443 y se terminó en 1466, mucho después de la muerte de Brunelleschi. La capilla es considerada una obra maestra de la arquitectura renacentista. Está sutilmente decorada, no con frescos, sino con tondos de terracota vidriada creados por Luca della Robbia.
En el lado este de la Basílica de Santa Croce, se encuentra la sacristía, a la que se puede acceder desde el crucero sur. Esta estancia está magníficamente decorada con muebles auténticos de época y frescos de mediados del siglo XIV; no queda espacio sin decorar. La sacristía tiene la reliquia más importante de la iglesia: una pieza de madera supuestamente de la Santa Cruz que da nombre a la iglesia.
La Basílica de Santa Croce tiene tres claustros. El claustro principal que te comenté fue diseñado por Arnolfo di Cambio. Hacia el sur se encuentra el segundo y más pequeño, obra de Brunelleschi. Este claustro con arcadas se considera uno de los claustros más bellos de Florencia. Hay un tercer claustro, mucho más pequeño, que data del siglo XIII y que formó parte del núcleo central del edificio franciscano original.
La Basílica de Santa Croce es lugar de la última morada para muchos italianos famosos. No sólo hay numerosas losas con tumbas en su pavimento, sino que también se pueden ver monumentos funerarios alineados en las paredes del templo.
Se suele decir que la Basílica de Santa Croce es la cuna del Renacimiento por la obra de la tumba de Leonardo Bruni terminada en 1444 por Bernardo Rossellino. La obra fue un ejemplo para muchos otros monumentos funerarios, como la tumba de Carlo Marsuppini que se puede ver en la iglesia en la pared norte del templo.
El monumento sepulcral más famoso de la Basílica de Santa Croce es el primero de la pared sur, que contiene los restos de Miguel Ángel Buonarroti. Fue diseñado por Giorgio Vasari y exhibe el busto de Miguel Ángel flanqueado por las figuras alegóricas en actitud de luto de la Pintura, la Arquitectura y la Escultura.
Las estatuas fueron creadas por Giovan Battista Lorenzi y Valerio Cioli. Miguel Ángel murió en 1564 en Roma, donde se construyó una tumba para el artista en la Iglesia de los Doce Santos Apóstoles. Sin embargo, Miguel Ángel había indicado que quería ser enterrado en su Florencia natal, por lo que, con la aprobación del duque de Florencia, su sobrino Leonardo Buonarroti robó el cuerpo del artista y lo transportó a la ciudad del Arno. Una inscripción en la parte inferior del monumento relata la historia.
Frente a la tumba de Miguel Ángel, se encuentra la tumba de Galileo Galilei. Galileo murió en 1642. Como consecuencia de su famosa condena por la Iglesia en 1633, no se le permitió un entierro cristiano hasta 1737, cuando su cuerpo fue finalmente enterrado en ese lugar. Su monumento funerario fue diseñado por Giovanni Battista Foggini, quién también creó el busto central de Galileo, que mira, como no podía ser de otra manera, hacia las estrellas. La estatua alegórica de la Astronomía, a la izquierda, fue creada por el hijo de Foggini, Vincenzo. La estatua de la derecha, que representa a la Geometría, fue obra de Girolamo Ticciati.
Otra persona famosa enterrada en la Basílica de Santa Croce es Gioacchino Rossini, uno de los compositores musicales más importantes de Italia, conocido muy especialmente por su ópera ‘El Barbero de Sevilla’. Rossini murió en 1868 en París y fue enterrado en el cementerio de Père-Lachaise. Nueve años después su cuerpo fue exhumado y trasladado a la Basílica de Santa Croce. Está enterrado en un monumento sepulcral diseñado por Giuseppe Cassioli que muestra una musa también de luto.
El poeta italiano Dante Alighieri está enterrado en su Rávena natal, pero se lo recuerda en la Basílica de Santa Croce con un cenotafio, que está en la pared sur, cerca de la tumba de Miguel Ángel. El cenotafio fue terminado en 1829 por Stefano Ricci y muestra a un pensativo Dante sobre su tumba vacía flanqueado por las figuras alegóricas de Italia y la Poesía.
Hay varios monumentos sepulcrales más en la iglesia. Entre otros destacables, las tumbas de Ugo Foscolo (un escritor y poeta), de Niccolò Machiavelli (un historiador y diplomático cuyo libro ‘Il principe’ definió el concepto de maquiavelismo) y el lugar de enterramiento de Vittorio Alfieri (un poeta y dramaturgo). Marie-Julie Clary, esposa de Joseph Napoleon, también está enterrada en el templo, en la Capilla de Bonaparte, junto con su hija Charlotte.
Si quieres visitar la Basílica de Santa Croce, vete buscando hoteles en Florencia, como los de esta relación que te propongo.