El Beurs Berlage es el histórico edificio de la Bolsa de Ámsterdam. Hoy es, en cambio, un hermoso conjunto dedicado a exposiciones, celebraciones y eventos especiales en la ciudad.
La historia del edificio empezó en el cambio de siglo al XX, cuando el arquitecto Hendrik Petrus Berlage fue contratado por el Ayuntamiento de Ámsterdam para diseñar una construcción en la que acomodaría todo tipo de operaciones bursátiles, incluyendo comodities como el cambio, el maíz y la carga de marítima. Con el tiempo se añadirían operaciones sobre seguros e inversiones.
El Beurs Berlage tardó cinco años en construirse, entre 1898 y 1903. Se eligió un terreno recuperado al mar, la zona de Damrak, junto al río Amstel. Nada más abrirse, el edificio se demostró corto de espacio. Un grupo acabó por mudarse en 1912 llevándose su gestión y sus contactos a otro lugar.
El Beurs Berlage representa nada menos que un hito en la arquitectura holandesa. Su diseño influyó notablemente en la filosofía constructiva de la Escuela de Arquitectura de Ámsterdam. En la actualidad, el Beurs Berlage se considera como una construcción precursora de la arquitectura holandesa del siglo XX.
Por fuera, en la fachada, el Beurs Berlage tiene una serie de detalles y características muy interesantes. La torre del reloj, cuyas campanas marcan las horas, han sonado desde el día en el que se instaló el carrillón, tiene en un lugar visible un lema ‘Espera tu hora’, que quizás sea un consejo para negociantes.
Más. Sobre los tres arcos de la entrada anterior del edificio se puede leer una dedicatoria del artista Lambertus Zeil que dice: ‘Paraíso, futuro y cultura en decadencia’ (sic). En esa línea, dentro de la entrada principal hay una serie de tablas en las que se puede leer ‘pasado, presente y futuro de la sociedad’. Estas dedicatorias fueron en su día bastante polémicas. Se sabe que hubo negociantes que quisieron acabar con la vida del arquitecto.
El Salón Principal del Beurs Berlage fue empleado para negociar con comodities y para eventos de carácter político. Se trata de la sala más atractiva del conjunto. En 2002, fue el escenario de la boda entre el príncipe heredero holandés y su novia. Las paredes altas de ladrillo cuentan con decenas de arcos y el techo está formado por piezas de vidrio dobles. La sala no ha cambiado prácticamente nada en el último siglo.
Desde el año 1997, cuando se negociaron activos por última vez en el Beurs Berlage, el lugar sólo se ha utilizado para fiestas, bodas, exposiciones, eventos especiales y poco más. La antigua sala del cambio de maíz fue renovada y ahora es una sala de conciertos y la sede de la Orquesta de Cámara holandesa.
El antiguo Salón de la Bolsa tiene una sala de conciertos y una zona de ensayos para la Orquesta Filarmónica de Holanda. Otras depencias han sido reconvertidas en salas de reuniones y el antiguo Beurs Café, la coqueta cafetería del edificio ha vuelto a su uso original. Se puede decir que el 80% de lo que construyó y diseñó Beurs van Berlage sigue estando en su lugar después de tanto tiempo, algo que convierte a esta construcción emblemática en una ejemplo fundamental de la arquitectura holandesa casi reciente.
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