Fort Totten es uno de esos lugares que no visitarías en Nueva York. Ni es un entorno especialmente conservado, ni es un elemento del patrimonio que aparezca en una guía de turismo. Así ¿por qué lo comento? Pues por eso mismo, porque es un sitio con su encanto que nunca irías a ver. Fort Totten tiene la ventaja de que es parte de la historia de la ciudad de Nueva York, no hay que pagar entrada por verlo y puede resultar interesante para hacer fotografías en un entorno degradado pero hermoso.
Fort Totten es una construcción militar, un fortín de la ciudad de Nueva York situado en el distrito de Queens, al norte de Long Island, en la zona de la península de Willets Point. El fortín, pensado para la instalación de artillería defensiva, fue terminado en 1862 en plena Guerra Civil Americana para la defensa de los accesos al puerto de Nueva York.
El punto defensivo era uno más de una serie de fortificaciones que incluía los fuertes de Schuyler, y Throggs Neck, en el Bronx. El conjunto fue diseñado por Rober E. Lee en 1857, el que más tarde fuera general en jefe de las fuerzas confederadas durante la Guerra Civil. El nombre de Totten le viene del ingeniero que ejecutó la obra.
Fort Totten era una posición fuerte en toda regla, en su mejor momento disponía de 68 cañones acomodados en cuatro niveles. Algo que sólo compartían tres fortificaciones de la época en Nueva York y la Bahía de San Francisco. Todo hay que decirlo, en la construcción sólo se terminó el primer nivel que da al agua, los otros tres apenas se completaron.
Durante la Guerra Civil Americana, la construcción recibió daños severos, tantos que fue abandonada como sistema defensivo. Sus muros de mampostería se consideraron obsoletos para soportar los impactos de la artillería de la segunda mitad del siglo XIX.
A finales del siglo XIX, Fort Totten se convirtió en un centro de experimentación de torpedos de la Escuela de Ingenieros y la defensa pasó a ser de morteros de 12 pulgadas. En Fort Totten, se llegó a experimentar con unos torpedos eléctricos inventados por Thomas Alva Edison.
En la Primera Guerra Mundial, instalaciones como la de Fort Totten se reconvirtieron en centros de formación de reclutas. En 1941, pasó a ser sede del Comando de Defensa Antiaérea de la costa este de Estados Unidos. Y, tras la Segunda Guerra Mundial, un centro de experimentación de misiles Nike, aunque nunca llegaron a desplegarse estos sistemas en Totten. El conjunto fue más bien un centro administrativo del proyecto.
En los años setenta, se decía que Fort Totten era una casa de seguridad del mafioso neoyorkino Joe Valachi, lugarteniente de la familia Genovese.
En la actualidad, la zona pertenece al Ayuntamiento de Nueva York y es un espacio público destinado a zonas verdes. Durante el invierno, el lugar es frecuentado por aves acuáticas que paran en el lugar en su ruta de emigración. En la zona, hay también una piscina al aire libre, varios campos de béisbol y tres terrenos de juego de fútbol americano que utilizan equipos juveniles de Nueva York.
Existe un centro de visitantes que cuenta la historia del Fort Totten desde sus orígenes que puede resultar interesante. En la zona, merece la pena ver el llamado Club de Oficiales de Fort Totten, un conjunto conocido como ‘The Castle’ (‘El Castillo’), diseñado también por el general Lee, que es la sede de la Sociedad Histórica de Bayside. En El Castillo, tienen lugar eventos, exposiciones históricas y programas culturales.
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