La High Line es una zona verde sobreelevada de 2,3 kilómetros de longitud que se destaca sobre las calles del centro de Nueva York y a 9 metros encima del asfalto. En origen, la High Line, la Línea Elevada, fue una vía férrea construida en la década de 1930 sobre el West Side de Manhattan para solucionar los graves problemas de movilidad de los ciudadanos en esa zona.
En un primer momento, en la década de 1860, se construyó en el mismo lugar una línea férrea. En aquel tiempo la zona de Manhattan de la West Side Line estaba escasamente poblada, pero en 1930 no era así, y el paso de los trenes se había convertido en un grave problema de seguridad. Por esa razón, se decidió sobre elevar la línea de tren que corría a ras del suelo y crear la High Line.
En 1934, ya se había construido todo su trazado que se prolongaba a lo largo de 22 manzanas de Manhattan, desde la calle Gansevoort a la 34 Street. El recorrido ferroviario se apoyó en estructuras metálicas y de cemento y se sobreelevó 9 metros sobre el nivel de la calle, facilitando el paso de la gente y del tráfico por debajo de la línea.
El uso principal de la High Line era el de servir de ruta para trasladar mercancías a los almacenes y depósitos de Nueva York situados en los distritos de Meatpacking y Chelesea. En 1980, cuando los trenes dejaron de usar las vías, el trazado comenzó a deteriorarse a marchas forzadas. Muchas plantas silvestres cubrieron las vías.
El final de la línea
A finales de la década de 1990, la High Line iba a ser demolida, pero un grupo de ciudadanos de la zona propuso la idea de convertir el trazado de la línea en un parque elevado, al estilo del Promenade Plantée de París, que se había inaugurado una década antes. El grupo consiguió que se anulara la demolición y convencieron al ayuntamiento de la bondad del proyecto de construir un ‘parque en el cielo’.
En 2006, la conversión del ferrocarril elevado en un parque tomó forma con los diseños de los arquitectos de estudio Diller Scofidio + Renfro y con el trabajo de los arquitectos paisajistas de James Corner Field Operations. La primera parte del trazado de High Line, desde Gansevoort Street en el Meatpacking District hasta 20th Street en Chelsea, se inauguró en junio de 2009; un segundo tramo se abrió dos años después. La última sección, hasta la calle 34, se abrió el 21 de septiembre de 2014.
High Line ahora, como te decía, es una vía verde elevada a la que se puede llegar mediante ascensores o escaleras cada dos manzanas. Caminar a lo largo del hermoso parque paisajístico es una experiencia muy agradable porque se vive tres pisos por encima de la bulliciosa ciudad. Y, aún más, gracias a los edificios de escasa altura de la zona, el paseo ofrece una gran panorámica del vecindario.
El paisajismo desarrollado para el proyecto también incluye trazas del origen ferroviario de la estructura. Así, se incluyeron tramos con vías de acero situadas en su lugar original y pavimentos de cemento con la forma de raíles. El recorrido final del trazado de este parque aéreo permite a los caminantes acercarse a los edificios que servían de almacenes y en los que los trenes dejaban su carga.
A lo largo del sendero abierto en la zona central, hay alcorques con flores y mucha hierba, no muy diferente de la que creció de manera silvestre cuando la línea de tren fue abandonada. No faltan bancos donde descansar y desde la plataforma se puede disfrutar de excelentes vistas sobre la Décima Avenida de Nueva York.
Si quieres disfrutar de la High Line, sólo tienes que apuntarte a caminar. Para todo lo demás, para disfrutar de una estancia inolvidable en la Gran Manzana, aquí te dejamos un listado completo de hoteles en Nueva York.