San Valentín tiene una reliquia sagrada en una iglesia de Roma, la de la Basílica de Santa María in Cosmedin. Se trata de parte de una calavera de San Valentín, de un cráneo, contenido en una vitrina a modo de relicario. El patrón de los amantes tendría un lugar de peregrinaje cierto, que lo es, que de verdad lo es para muchos en Italia y fuera de ella, si no fuera por unos pequeños, bueno, más bien grandes detalles. Hay decenas de reliquias de San Valentín por todo el mundo y más de un Sanvalentín que se atribuye ser el verdadero.
Ha pasado mucho tiempo, más de 1.500 años desde que los mártires del Cristianismo fueron asesinados y, todo hay que decirlo, en el siglo XIX se personalizaron muchos restos supuestamente de aquella época a los que se les dieron nombres un tanto gratuitamente. Te digo. Al menos hay diez reliquias de San Valentín en el mundo.
Detrás de esta historia hay también un mito que aclara poco. Al menos dos Valentinus murieron en el siglo III en Italia y un tercero, en el norte de África, más o menos por aquel tiempo. Los dos que murieron en Italia fueron enterrados en la Via Flaminia.
San Valentín ganó popularidad en el año 496 cuando el papa Gelasio I cambió el festival romano de Lupercalia por un día festivo dedicado a San Valentín. Al final, lo que parece claro es que la historia contada de los dos hombres se convirtió en los hechos vividos por una única.
Se dice que San Valentín ayudaba a casarse en secreto a las primeras parejas cristianas, aunque la verdad es otra. Esta historia del santo casando a escondidas sólo está documentada a partir del siglo XIV y a partir de los escritos de un autor Geoffrey Chaucer.
Todo hay que decirlo, la iglesia, la Basílica de Santa María in Cosmedin es muy antigua. Se levanta sobre un templo romano que data del siglo II. La mayoría de lo que se puede ver entre sus muros es también muy posterior, de los siglos VIII y XIII, incluida la cripta que está debajo del altar.
Para ver la calavera de San Valentín, hay que visitar un altar lateral situado en el lado izquierdo de la iglesia. Y si quieres aprovechar, en el pórtico del templo se puede ver la Bocca della Verità (La Boca de la Verdad) una escultura de una cara también romana de la que se dice que si, al introducir la mano, dices una mentira, el personaje la cerrará y te quedarás sin ella.
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