Muchos de los visitantes de la ciudad de Florencia se pasean por el Ponte Vecchio admirando sus tiendas o las vistas sobre el Arno, pero son muy pocos los que aciertan a ver una construcción de ladrillo que corona una de las partes del paso sobre el río. Sí, la Torre dei Manelli ni se la ve, ni se la espera encontrar. Pero su historia dice mucho de otros tiempos.
La Torre dei Manelli formaba parte de cuatro estructuras iguales que servían para proteger los extremos del puente. La torre es la única estructura de su tipo que queda sobre los altos del puente y en ella se reconoce una historia real que habla de rivalidades de facciones influyentes en la Italia y la Florencia renacentistas.
Güelfos y guibelinos se enfrentaron desde el siglo XII por la supremacía política a la que aspiraban el Papado y el Sacro Imperio Germánico. Las ciudades italianas eran de uno u otro bando y ese abanderamiento formaba parte también de sus rivalidades regionales.
La Torre dei Manelli era propiedad de la familia romana de los Manlii abiertamente pro guibelinos y muy relacionados con el poderoso bando de los Uberti. Sin embargo, tras la derrota de los guibelinos en la batalla de Benevento, a los Manelli no les quedó otra que exiliarse. El exilio, sin embargo, duró poco -como solía ser muy frecuente en aquellos tiempos-. Los Manelli volvieron cuando se aprestaron a prestar juramento de fidelidad a los victoriosos güelfos.
Como la torre no podía llamarse con el nombre proscrito de la familia, pasó a denominarse ‘Pontigiani’, por la torre en el puente, o Piazzigiani, porque el barrio en el que se encontraba se llamaba ‘Piazza’.
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La Torre dei Manelli es más conocida por la disputa que Cósimo I y su familia entablaron con los descendientes de los Manelli por su demolición para construir el Corredor Vasari. Un paso superior que Cósimo I mandó completar para garantizar la seguridad de sus desplazamientos a pie a cubierto, por arriba del puente y lejos de las miradas y de las malas intenciones de sus enemigos políticos.
La obra incluía la demolición de la torre, pero Cósimo I acabó perdiendo. Al final, el pasillo acabó bordeando la base de la torre que allí sigue. Vasari tuvo que habilitar una serie de grandes soportes para garantizar la estabilidad del pasillo cerrado.
La Torre dei Manelli fue dañada en los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial aunque no de una manera irreparable. Nello Baroni en nombre de la Superintendencia de Monumentos fue en el encargado de la restauración entre los años 1944 y 1946. Si te digo la verdad, la restauración no fue muy afortunada, sólo tienes que ver los apliques de piedra sobrepuestas o las ventanas cada una con un estilo diferente. En la parte alta, hay una sala con pretensiones de mirador.
Otra curiosidad, la Torre dei Manelli era lugar de reunión de los partisanos de la resistencia armada local en que capitaneba el padre de la periodista italiana Oriana Fallaci. La autora quiso pasar sus últimos días de vida en la torre aunque no pudo ver reconocido su derecho.
Para llegar a la torre y al puente hay que tomar la Via de ‘Bardi de Florencia. Si quieres ver la Torre dei Manelli, acércate al Ponte Vecchio de Florencia. Pero, antes, busca un buen hoteles en Florencia para que la experiencia sea aún más cautivadora. Y, por favor, no dejes de mirar sobre el Ponte Vecchio.