La Plaça Reial es una de las más hermosas de Barcelona. De éso puedes estar seguro. Se encuentra en el casco antiguo de la ciudad, cerca de Las Ramblas y es totalmente diferente a otras plazas de Barcelona. Es una plaza sin igual -desigual diría yo- en Barcelona.
La plaza tiene una fuente y dos farolas diseñadas por un Gaudí muy joven. Ésos son sólo dos de sus encantos. Los demás, te los cuento y lo demás, tendrás que descubrirlo tú mismo. Ideal para sensiblidades inquietas.
La Plaça Reial (Plaza Real, en castellano) no debe confundirse con la Plaça del Rei (Plaza del Rey), que se encuentra más al norte, en el corazón del Barrio Gótico medieval de Barcelona.
La plaza fue acondicionada a mediados del siglo XIX en el sitio de un antiguo monasterio capuchino. El Ayuntamiento de la ciudad de Barcelona adquirió la propiedad en 1822. Cuando el monasterio fue devastado por un incendio en 1835 se trazaron planes para construir un nuevo teatro en el solar vacío.
Sin embargo, en 1847, cuando se inauguró el Teatro Liceu en La Rambla, el ayuntamiento. Como es lógico, cambió de opinión y decidió urbanizar una nueva plaza. A partir de ahí, se organizó un concurso para el diseño de la plaza. El arquitecto catalán Francesc Daniel Molina i Casamajó fue quien se llevó el proyecto.
Clásico neoclásico
La plaza se acondicionó entre los años 1849 y 1859 siguiendo una idea neoclásica de Molina que obligaba a un diseño simétrico. Para ello, se levantaron grandes edificios con fachadas clásicas en todo su perímetro. Un espacio rectangular de cuatro lados perfectos.
Las arcadas de las plantas bajas, en cualquier caso, le dan a la Plaça Reial un aspecto un tanto italiano. Y las palmeras, plantadas un tanto al azar, le dan un aire informal al entorno interior.
La fuente grande situada en medio de la plaza se la denomina la ‘Fuente de las Tres Gracias’ (Fuente de las Tres Gracias). Es obra de Antoni Rovira i Trias (1878). Las estatuas de las Tres Gracias, las diosas del encanto, de la belleza y de la fertilidad, sostienen una pequeña poza.
Las dos farolas con seis soportes que están ubivadas muy cercva de la fuente son dos de las primeras obras de Antoni Gaudí. El famoso arquitecto catalán loa diseñó en 1879, poco después de graduarse como arquitecto, pero su estilo único ya es visible. Las farolas están decoradas con serpientes de hierro y un sombrero alado, símbolos de Mercurio, el dios del comercio.
La Plaça Reial se ha peatonalizado desde la renovación a principios de los años ochenta y ahora es una de las plazas más animadas y coloridas de Barcelona. A menudo atrae a una pintoresca combinación humana, desde gente del lugar bohemia y excéntrica hasta turistas que descansan o pasan el rato en el borde de la fuente o disfrutan de un café en uno de los cafés de las arcadas.
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