San Francesco del Deserto es una isla poco conocida de la Laguna de Venecia que está situada entre la de Sant’Erasmo y la de Burano. Tiene una superficie de 4 hectáreas y en ella hay un convento de frailes menores que fue fundado originalmente por el propio San Francisco de Asís. San Francesco del Deserto es, como te puedes imaginar, un corazón de paz en Venecia.
San Francesco del Deserto tiene una historia muy larga. Se han descubierto restos romanos en la cercana zona de Isola delle Due Vigne. Se sabe también que en 1220 la visitó San Francisco de Asís de vuelta de Oriente y de la Quinta Cruzada. San Francisco había ido a Tierra Santa a predicar su fe ante el sultán y con la intención de acabar con la guerra que enfrentaba a cristianos contra musulmanes.
San Francisco eligió esta isla de Venecia para construir un lugar tranquilo donde fuera posible rezar y encontrar la paz lejos del mundanal ruido. Cuando San Francisco murió, la isla fue donada a los frailes franciscanos por el patricio veneciano Jacopo Michiel (1233).
En el siglo XV, la isla y el convento fueron abandonados como consecuencia de la extensión de la malaria, aunque la exclaustración de los frailes duró sólo unas decenas de años.
En 1806, las tropas de Napoleón saquearon el convento y la eliminación de la comunidad obligó a los religiosos a trasladarse al monasterio de San Bonaventura de Venecia.
Tras el paso de los austriacos que hicieron poco más o menos lo que los franceses, en 1858 el patriarcado de Venecia donó la isla a los frailes. Desde entonces, los religiosos siguen en la isla formando una comunidad alejada del mundanal ruido como quiso San Francisco.
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San Francesco del Deserto: un corazón de paz.